¿Que tal amigos?
Nosotros seguimos trabajando duro, y ahora los estamos haciendo con uno de los personajes infantiles más famosos de nuestra generación, y de otras muchas. No podíamos hablar de otra que no fuera Pipi Lastrum.
El objetivo que se planteó para esta tarea, fue imaginarse como plantearíamos una clase si nosotros fuéramos profesores y en es clase una de las alumnas fuera Pipi. El reto es bonito a la par que divertido, pues se debe mezclar la seriedad necesaria para aprender con la alegría y el divertimento que caracterizaban a este personaje.
Para empezar, en mi clase procuraría que el profesor fuera un participante más, y no el guía sin el que la clase no podría avanzar sola. El profesor debe ser una figura de ayuda pero no superior a nadie, se le respeta igual que a cualquier compañero y se aprende de él igual que él aprende de los demás alumnos.Sin la figura marcada del profesor, los alumnos estarían más relajados y motivados a la hora de aprender con algo de libertad para interactuar entre ellos.
Las actividades serían participativas e inclusivas, nadie quedaría excluido de participar en todas y cada una de ellas. Otra gran motivación para los alumnos, dado que sin motivación no aprenderían nada y con ella son capaces de afrontar todo lo que se les venga.
En definitiva, convertiría la clase en una charla-coloquio en la que todos opinasen y participasen para aprender todos de todos, sin faltas de respeto y dejando hablar y escuchar a los demás.
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